Rios de tinta se han escrito sobre la gestión del gas de tu botella.
Mucha gente defiende con fuerza los 50 bar como reserva o gas de emergencia. Se lo dijeron en su curso OWD, y lo que dicen los manuales va a misa. Lo demás es jugársela, o no hacer las cosas bien.
Como casi todo en buceo, las consideraciones a tener en cuenta son muchas como para poder sacar una norma general para todas las inmersiones.
El buceo engloba una serie de actividades diferentes, por mucho que sea el mismo entorno. Hay mucha diferencia entre hacer una inmersión desde playa, de día, con buen tiempo, a poca profundidad, con aire, buenas condiciones atmosféricas, un grupo de gente experimentada, etc, que hacer una actividad de espeleología en una cueva inundada, con poca visibilidad, profunda, con agua fría, con descompresiones, multigás de fondo, y buceando solo.
El gas puede ser uno, o varios. Si llevas varias mezclas, tendrás que gestionar por tramos, y teniendo en cuenta las incidencias que puedan aparecer y las necesidades de gas para resolverlas.
Vamos a ver cómo puede influir todo esto, o qué hay que tener en cuenta a la hora de gestionar el gas dependiendo de la forma en la que lo transportemos.
Fijaros simplemente en lo más básico. En lo que se le dice a un OWD. A una persona que empieza a bucear, y hace su primer curso, hay que darle una regla sencilla y fácil de recordad. De ahí lo de los 50 bar.
Pero incluso con una norma tan sencilla, las diferencias que esto puede suponer para diferentes buceadores y diferentes tipos de inmersiones son tantas que ya dan para discutir mucho:
-A un OWD se le dice siempre que la reserva son sus últimos 50 bar de la botella. Este gas tiene que salir del agua si no ha pasado nada.
Pues bien, la primera diferencia viene dada porque en medio mundo se les dice que guarden 50 bar, y en el otro medio, 35 bar. Empezamos bien, pues 50 bar es casi un 50% más de gas que 35 bar.
Esto es porque en medio mundo se bucea con manómetros en bar, y se les dice que la reserva es 50 bar, y en el otro medio, se bucea con manómetros en PSI (pounds squard inchs-libras por pulgada cuadrada), y se les dice que guarden 500 PSI (unos 35 bar).
¿Están poniendo en peligro la vida de los buceadores que aprenden a bucear creyendo que la reserva óptima es “solo” 35 bar? O, ¿están acortando las inmersiones de los buceadores que aprendieron a guardar 50 bar?
-La segunda: si decidimos guardar, por ejemplo, 50 bar de reserva, ¿son lo mismo 50 bar de una botella de 10L que una de 15L? pues no. Nuevamente, uno lleva un 50% más de gas que el otro. Qué reserva es la buena?
Ninguna de estas dos cosas se contempla en los primeros cursos.
-Hablemos de consumos: la reserva elegida, ¿es la misma para una persona que tiene un CAS (consumo de aire en superficie) de 13L que para uno que tiene un CAS de 27L?.
-Ahora, hablemos de profundidades. ¿es igual tener una reserva de “x” litros a 10 metros que a 35?
Bien, sólo he hablado de diferentes botellas, consumos, profundidades y sistemas de medición de presión, y ya se podría discutir eternamente, y estoy hablando de aire en una sola botella!
Todo esto lo deberás tener en cuenta hagas el tipo de inmersión que hagas, pero vamos a seguir con una sola botella.
-Condiciones ambientales.
¿Qué significa esto realmente a la hora de gestionar el gas? Pues bien, por lo general, a más frío, más consumo; corriente, más esfuerzo, más consumo; mala visibilidad, más tensión, más consumo; etc…
-equipo: por lo general, si buceas siempre con el mismo equipo y lo controlas bien, menos consumo; traje seco, más consumo; aletas sin potencia, más esfuerzo, más consumo; multitarea, carrete, llevar boya, etc, más consumo. Scooter, menos esfuerzo, menos consumo; etc…
Experiencia: menos experiencia más consumo. Menos hábito, más consumo.
Todo esto también tendrás que tenerlo en cuenta en todas las inmersiones aunque lo trate aquí, dentro de la gestión de una sola botella.
Gestionar el gas de una sola botella parecería lo más fácil. Gestionar una botella en una inmersión recreativa no debería ser difícil. Sin embargo, hasta en esta ocasión, las discusiones pueden ser eternas simplemente por todo lo hablado anteriormente. Pues bien, aún hay más cosas a tener en cuenta.
Lo primero, tendremos que tener en cuenta para qué queremos esa reserva:
Hay dos motivos principales:
-Donar aire a tu compañero si por finalizarlo o por pérdida del gas, se queda sin gas para respirar.
-La otra, tener gas suficiente para respirar mientras solucionamos una incidencia.
Así que no hay que perder de vista el motivo real para el que se guarda una reserva:
Poder respirar si por lo que sea, con el gas calculado para la inmersión, no la puedes terminar.
Entonces, ¿no sería más sensato, coherente, y práctico, estipular cuantos minutos puede costarte, o te quieres dar de margen, para resolver un problema? ¿decidir si quieres llevar aire para poder resolver uno, dos, o más problemas?
Creo que esto sería lo primero que te tendrías que plantear.
Una vez decidido cuantos «MINUTOS» de margen (reserva) quieres tener en tu inmersión, tendrás que calcular los litros de gas que te suponen esos minutos.
Esto lo calculas conociendo tu consumo. Además tienes que tener en cuenta que este consumo puede subir un poco, o bastante, al menos al principio de la incidencia.
Lo siguiente, es tener claro cual es la máxima profundidad que vas a alcanzar. Según sea esta profundidad, tendrás la presión para dicha profundidad, y multiplicando los litros de tu consumo por la presión ambiente a la profundidad máxima, tendrás el número de litros necesarios. Ahora, sólo tienes que dividir estos litros entre la capacidad de tu botella en litros, y te saldrán los bar de presión que corresponden a TU reserva.
Con este cálculo, verás que TU RESERVA de manómetro (bar), puede ser muy diferente dependiendo del tipo de inmersión. Así que esos 50 bar, puede que sean suficientes, demasiados, o que se queden cortos.
Obviamente, una persona que empieza, no tiene claro estos datos, puesto que no va a tener un consumo regular durante sus primeras inmersiones, y no es capaz de hacer una valoración real del tipo de incidencias que le pueden pasar, y mucho menos el tiempo que le va a costar solucionarla. Así que lo que se hace es darle una norma fácil con la idea principal de que vaya interiorizando la necesidad de «guardar» una parte del gas de su botella para incidencias. Más adelante, con más experienca, irá aprendiendo a gestionar todas estas cosas, y de esta manera, poder calcular una reserva más real e idonea para cada inmersión.
José Pulido